30 de junio de 2005 |
17:58

Si la naturaleza hubiese querido que bebiésemos, no nos hubiese dado la resaca.
Y si la sociedad hubiese querido que bebiésemos entre semana, no sería legal entrar a trabajar a las 8:00 de la mañana.
Ale, dicho. 🙁
[…] Fue una noche muy divertida, pese a la natural alcoholización provocada por las Caipirinhas de Maristela® y a que nadie sabía de qué iba yo disfrazada […]